En Colima, las personas con algún tipo de discapacidad han quedado en el olvido por falta de una política pública integral que les permita conseguir un empleo con un salario digno, asistir a la escuela, realizar algún deporte, facilitar su movilidad en las calles o establecimientos del estado y erradicar la discriminación en su contra.
«Están mal hechas, algunas están rotas y si hacen una rampa las hacen pero está un poste y no puedes pasar / en algunos establecimientos no hay rampas y no pueden entrar a las tiendas / somos los más olvidados en todo los gobiernos».
Según el INEGI, el 18 por ciento de los colimenses tiene alguna limitación en la actividad cotidiana, discapacidad o algún problema o condición mental.
Es decir, de los 731 mil 391 habitantes, 131 mil 650 reportaron tener alguna limitación como; dificultad para caminar, subir o bajar, ver aún usando lentes, oír aún usando aparato auditivo, bañarse, vestirse o comer, recordar o concentrarse, así como hablar y comunicarse.
«muchos de los taxistas no quieren levantar a personas con este tipo de discapacidad o ya sea porque la unidad es muy pequeña o no quieren tomarse el tiempo de acomodar la silla de ruedas en la parte trasera».
No obstante, la autoridad estatal responsable del tema «Incodis» establece que durante la actual gestión, han tenido avances sólidos en la materia, para ello se realiza el levantamiento de necesidades técnicas y topográficas que habrán de plantearse ante programas federales y que en un futuro cercano se traducirá en espacios inclusivos.
«Poder tener accesibilidad plena en edificios públicos como el Complejo Administrativo, el Parque Metropolitano La Campana, El Hospital Regional, Las Unidades Deportivas».
Aunque se habla de varios proyectos, la realidad es que a tres años de la administración estatal, los resultados son casi nulos en materia de discapacidad.