En la Pinacoteca Universitaria se está exhibiendo el trabajo escultórico del maestro Roberto Ventura, se trata de un escultor de larga trayectoria con una formación que le viene de familia, su padre don Rutilo Ventura fue uno de los talladores más reconocidos en el siglo pasado, cuando aún se realizaban en México esculturas cívicas dedicadas a los revolucionarios o a los héroes de la Independencia y además se construían grandes obras arquitectónicas donde se usaban las rocas como elementos constructivos o de ornato.
El mismo maestro Ventura ha comentado la impresión que le causó el conocer el taller de escultura de su padre a la edad de 8 años, hecho que habría de influir más adelante en la vida del maestro, quien a insistencia de su padre estudió economía en la Universidad Nacional Autónoma de México, actividad que no ejerció, porque el llamado de su vocación finalmente se impuso, por lo que formó su propio taller y clientela.
Sin embargo, en un momento de crisis después del fuerte sismo de 1985 y de un ejercicio de introspección, decidió un cambio radical en su vida, dejó todo lo que ya había construido en la Ciudad de México y decidió recomenzar de cero en Colima, a donde llegó en 1999, para contribuir con exposiciones, conferencias y diversas aportaciones a la cultura de la región.
Los trabajos que ahora exhibe son producto de una labor de más de 2 años, lo que ha dado por resultado un conjunto de piezas de pequeño y mediano formato, que representan a niños y niñas jugando de una calidad técnica indiscutible y de una decantada conceptualización que trasciende el aspecto meramente estético.
Sus piezas, en su mayoría talladas en mármol blanco, sin vetas, del que en Carrara, Italia, llaman estatuario, pero en este caso es el mármol “Alejandra” de Guatemala, también utiliza otros mármoles y ónix veteados; además, en algunas piezas ha aplicado color sobre la piedra, algo que se ha usado de manera normal en otros momentos, por ejemplo, los griegos y los pueblos prehispánicos usaban color sobre sus tallas, costumbre que cambió a partir del Renacimiento.
Tres aspectos importantes del trabajo del maestro Ventura son el alarde técnico que representa la talla de “figuras abiertas” en mármol, es decir los brazos y piernas despegadas del cuerpo en figuras de pequeño formato, las que tienen un alto grado de dificultad, ya que requieren de un amplio conocimiento del mármol y mucha paciencia para llevar a buen fin cada escultura.
La exposición incluye cabezas también de mármol que representan a luchadores enmascarados, tema que en escultura no se había trabajado, así como un camioncito de redilas, barquitos que parecen papel doblado y el caballito de balancín todos tallados en mármol.
El segundo aspecto significativo es el relativo a los juegos en que participan las niñas y niños, Roberto Ventura nos muestra aquellas rondas y juegos que se practicaban hace años en los patios de las casas e inclusive en la calle, donde los infantes y jovencitos interactuaban sanamente, corriendo, gritando de alegría y desahogo o brincando, organizados por las reglas que ellos mismos se imponían. No es únicamente la muestra nostálgica de los juegos infantiles de ayer, se trata además de un llamado a la reflexión acerca de cómo juegan actualmente las niñas y niños.
El tercer aspecto tiene que ver con su propuesta plástica, Roberto Ventura nos presenta una serie de esculturas novedosas, sus soluciones son originales, creaciones que proceden de una conceptualización que lo ubican en el ámbito del artista contemporáneo atento y sensible a su entorno, que nos hace reflexionar con su trabajo, pero con una búsqueda plástica propia y una auto exigencia propia de un verdadero profesional de la plástica.
Finalmente es una exposición que no se pueden perder aquellos que viven en la ciudad de Colima, estoy seguro que van a disfrutar del trabajo de este maestro de la escultura. Este es mi punto de vista como escultor.
La Pinacoteca Universitaria está ubicada en el número 96 de la calle Guerrero, en la Zona Centro de la ciudad de Colima.