La Secretaría de Salud estatal aseguró que la Iglesia Católica en Colima no consultó a las autoridades sanitarias para realizar la reapertura de actividades, a pesar de que la entidad se encuentra en semáforo rojo de máximo riesgo epidemiológico a causa de la contingencia sanitaria generada por el coronavirus (Covid-19).

La epidemióloga Diana Carrasco afirmó que, si bien la Iglesia Católica tuvo acercamientos con las autoridades locales de salud para solicitar orientación respecto a las medidas preventivas y protocolos que se deben implementar para la reanudación de labores, no se estableció una consulta ante la posibilidad de reabrir los templos cuando Colima está en máximo riesgo de contagios por Covid-19.

“Al respecto no se consultó una reapertura en semáforo rojo, hubo algunos acercamientos en los cuales solicitaron orientación en cuanto a cuáles eran los protocolos y las medidas sanitarias que se tenían que tomar para en su momento cuando se autorizara tener una reapertura segura con el mínimo riesgo”, dijo este martes (8 de septiembre) en la conferencia de prensa virtual realizada por el Gobierno del Estado.

Carrasco aseveró que retomar actividades como las misas puede “implicar un riesgo” si se realizan conglomeraciones de personas en espacios cerrados y por un cierto tiempo, situación por la cual resaltó la importancia de mantener las medidas establecidas en los protocolos sanitarios, así como cuidar a los grupos vulnerables de la población ante el coronavirus.

“Todo espacio cerrado que convoque un número importante de personas en cierto tiempo determinado claro que va a implicar un riesgo. Los principios básicos a los que nos amarramos y aferramos en los protocolos sanitarios son: sana distancia, uso de cubrebocas, que no estemos convocando a muchas personas, efectivamente cuidar a los más vulnerables, no niños, porque los niños no pueden obedecer a ciencia cierta indicaciones, a los niños les gusta correr, tocar, y recordemos que mientras haya unas manos infectadas tocando muchos espacios, pues eso se puede ver en un gran riesgo”, refirió.

En días recientes el obispo Marcelino Hernández Rodríguez exhortó en un documento enviado a todos los sacerdotes de la Diócesis de Colima a “retomar con prudencia y mucha responsabilidad” las tareas y servicios pastorales, al considerarlas acciones “que no se puede posponer”. El obispo consideró necesario continuar con las actividades,”con prudencia y con diligencia, así como otras organizaciones gubernamentales lo han estado haciendo”.

Hernández Rodríguez invitó a los sacerdotes a retomar la celebración de misas con un aforo del 50% de la capacidad de los templos; acompañamientos espirituales, confesiones, catequesis, celebración de sacramentos (como bautizos, primeras comuniones o matrimonios) y los servicios de oficina de las parroquias con las medidas de sanidad requeridas por las autoridades sanitarias.

Desde el pasado 20 de marzo la Diócesis de Colima suspendió las misas dominicales y de entre semana presenciales. También determinó cerrar los templos del estado y se cancelaron los eventos religiosos con el objetivo de evitar el contagio de Covid-19 entre los creyentes.

Fuente: Estación Pacífico